domingo, 10 de abril de 2016

Como meditar corriendo.



Por sorprendente que nos parezca, tanto la meditación como el running, han sido definidos por algunos expertos en psicología, como dos formas de adicción positiva. Positivas porque ayudan a desarrollar la confianza en uno mismo, la autoaceptación, la fuerza y por supuesto la salud. Pero a la vez adictivas porque cuando consigues adquirir el hábito y se convierten en parte de tu vida, difícilmente podrás abandonarlas sin echarlas mucho pero mucho de menos.

¿Qué tienen en común los meditadores y los corredores?

Existen distintos estudios científicos que comparan la personalidad de los corredores y los meditadores. Nos cuentan que los runners son más autosuficientes, introvertidos, serios y tímidos que el resto de la gente mientras que los meditadores son menos neuróticos, menos depresivos y ansiosos y con más sentimientos de auto realización.

A pesar de que la meditación es sedentaria y la carrera todo lo contrario, ambas actividades necesitan disciplina, constancia y fuerza de voluntad. En cualquier caso hay estudios más recientes que demuestran que después de practicar cualquiera de las dos actividades, mejora el estado de ánimo y esto es algo que te puede venir muy bien y que por supuesto te ayudará a mejorar tus relaciones tanto contigo mism@ como con los demás.

Igual que no puedes esperar levantarte un día y correr una maratón, no esperes que si te sientas dos veces a meditar 15 minutos, empezarás a experimentar la paz mental. 
Sakyong Mipham Rinpoche
¿Cómo puedes meditar mientras corres?

Cuando estás entrenando puedes dejar que tu mente vague, libre y a su aire o usar la música para mantener un alto nivel de motivación y para no “escuchar” a tu cabeza y a tu cuerpo. Pero también puedes optar por poner toda tu atención en lo que estás haciendo. Tal como le dijo el maestro al alumno “Cuando como, como y cuando duermo, duermo” en tu caso la máxima sería “Cuando corro, corro” y no hago nada más.

1. Empeza a estar presente desde antes de salir a correr. Presta atención a tu cuerpo y a cómo te sientes mientras te vistes y te preparas para salir, cada día es diferente.

2. Hazlo fácil. Si te gusta escuchar música mientras corres, no es realista que dejes el ipod en casa. Empieza planteándote un objetivo que puedas conseguir: por ejemplo escuchar música los 10 primeros minutos y poner toda tu atención en la respiración los 5 minutos siguientes, o durante un kilómetro o lo que tardes en contar hasta cien.

3. Concentrate en tu respiración. De la misma forma que cuando te sentas a meditar, cuando salis a correr te podes centrar en tu respiración. Cada vez que aparezca una distracción, la saludas y la despedis para poder volver a concentrate. Estar presente es tu objetivo.

4. Céntrate en tu cuerpo. La meditación se puede centrar también en las sensaciones que experimentas en tu cuerpo: ¿cómo responden hoy tus músculos?, ¿cómo están tus brazos?, ¿tus hombros?, ¿tus piernas…? Se ha demostrado que este tipo de meditación te ayuda a prevenir lesiones graves ya que podrás detectar molestias leves antes de que sea demasiado tarde.

5. Presta atención al entorno: Puedes poner tu atención en el camino y el entorno que vas atravesando. Cada vez que pases por el mismo lugar, intenta descubrir algo nuevo, algo en lo que no te habías fijado y que forma parte de tu entorno, abre tu atención y sintoniza con tu curiosidad. Conseguirás sorprenderte y renovar tu motivación por la carrera.

6. Observa lo que sucede dentro de tu cabeza: Seguro que te has dado cuenta de que estamos constantemente hablando con nosotros mismos. Presta atención a este diálogo interior: ¿cómo te estás tratando hoy? ¿estás siendo muy exigente contigo mismo?, ¿te sientes confiado?… Aprende a cuidarte tratándote con respeto y cariño.

7. Si eres un corredor tendrás ventaja al empezar a meditar. Eres constante y disciplinado, estás acostumbrado a luchar contra el aburrimiento y a la fatiga, a afrontar y superar distintos tipos de adversidades. La misma constancia que has necesitado para estar en forma, la necesitarás para mantener tu atención centrada. No pretendas estar presente al 100% durante todo tu entrenamiento. La atención es también un músculo que hay que entrenar y seguramente de los más difíciles. Intenta mantenerte centrado por espacio de 1 minuto y ve ampliando el tiempo progresivamente.

8. Aceptar y no juzgar, también forman parte del aprendizaje de la meditación. Cuando te sientas cansado, acepta tu cansancio, dale espacio, dale la bienvenida y repeti dentro de tu cabeza: “esto también pasará“. Lo mismo sucede con el dolor, forma parte de la vida y por supuesto también forma parte de tu vida como runner. Cuando aparezca en lugar de centrarte en hacer que desaparezca (a no ser que tengas claro que estás sufriendo una lesión claro), respira tu dolor. Acéptalo también. Intenta vivir tu dolor como algo que no está separado de vos, forma parte de vos y experimenta lo que te sucede.

9. La velocidad y la distancia no son importantes para tu meditación, corras el rato que corras pone toda tu atención en lo que haces. Podes fijar puntos del recorrido o minutos concretos en los que revisarás si estás totalmente presente en lo que haces o si estás dejando vagar tu mente. Ya sabes, siempre que notes que tu atención se dispersa, recuperala y vuelta a empezar.

10. Algunos corredores veteranos cuentan que con el tiempo han ido perdiendo la capacidad de disfrutar corriendo y han convertido los entrenamientos en una tarea más de las que tienen que cumplir antes de que acabe la jornada laboral e incluso en una fuente de estrés. Aprender a meditar mientras corres te puede ayudar a no llegar a este punto o a volver a sintonizar con el placer y la alegría de correr.

Para profundizar más en cómo meditar corriendo:
Te recomendamos el libro Running with the mind of meditation de Sakyong Mipham Rinpoche. Él es es uno de los más altos lamas del Tibet y un maestro de renombre internacional que dirige una red internacional de centros de meditación Shambala. Pero es que además el deporte le apasiona y lo utiliza en sus libros para explicar la sabiduría de los textos antiguos sobre meditación. Para escribir su libro, el Sakyong corrió nueve maratones en seis años.


 Patricia Maguet, Psicóloga

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