sábado, 30 de enero de 2016

Meditación de los 3 minutos compasivos

MINUTO 1: Tomar conciencia del entorno, del cuerpo y de la experiencia interna compasivamente
Adopta una postura digna, tu postura de meditación habitual y cierra los ojos. 
 Toma conciencia del lugar donde te encuentras ¿Que sonidos te llegan? ¿ Hace calor ? ¿ Percibes algún olor?
Toma conciencia de tu cuerpo ¿Como está en este momento? ¿ Puedes  observar el contacto de alguna parte de tu cuerpo con la esterilla o con el suelo? , ¿ El contacto de la piel con el entorno? . ¿ Sientes alguna sensación agradable o desagradable en el cuerpo en este momento? ¿Puedes sentir el afecto de la tierra que te sostiene que tu tengas que hacer nada, el entorno que te  abraza.?
Expandimos ahora nuestra conciencia hacia toda nuestra experiencia interna. Nos preguntamos por algunos instantes: ¿Cuál es nuestra experiencia ahora? ¿Qué pensamientos pasan por nuestra cabeza ahora? ¿Qué sentimientos o emociones se están produciendo? ¿Estos sentimientos o emociones se reflejan en algún punto de nuestro cuerpo? Podemos observar las sensaciones y emociones que aparecen en este momento, sin juzgarlos, mostrando afecto y amabilidad ante ellos aunque no nos gusten.
MINUTO 2: Respiración compasiva
Podemos dirigir la atención hacia nuestras sensaciones físicas y, lentamente, traer la atención hacia la respiración. Tomamos lentamente conciencia de todas las sensaciones de la respiración en este momento. Acunamos la respiración con afecto, como si fuese un niño pequeño. No intentamos modificarla, solo observarla en este momento presente. Si aparece algún pensamiento o emoción, podemos dejarlo pasar y volvemos a la respiración amorosamente. Así una y otra vez.
MINUTO 3: Conexión con la humanidad
Podemos sentir la conciencia bajo la forma de una esfera transparente en el interior de nuestro cuerpo que nos abraza amorosamente. Permanecemos así unos segundos. Podemos sentir que esa esfera, que es nuestra conciencia, va expandiéndose progresivamente incluyendo a todas las personas que se encuentran en esta ciudad. Nos sentimos unidos e identificados con ellas. Nos mantenemos con esta sensación durante unos segundos. Poco a poco, podemos expandir nuestra conciencia hasta incluir este país y, progresivamente, a todo el planeta. Nos sentimos unidos a todas las personas que viven en nuestro planeta y a todo el cosmos. Permanecemos en esta sensación durante unos segundos. Y lentamente, cuando queramos, volvemos a abrir los ojos.

martes, 26 de enero de 2016

El billete de 20 euros

Una profesora en clase saca de su cartera un billete de 20 euros y lo enseña a sus alumnos a la vez que pregunta: "¿A quién le gustaría tener este billete?". Todos los alumnos levantan la mano.

Entonces la profesora coge el billete y lo arruga, haciéndolo una bola. Incluso lo rasga un poquito en una esquina. "¿Quién sigue queriéndolo?". Todos los alumnos volvieron a levantar la mano.

Finalmente, la profesora tira el billete al suelo y lo pisa repetidamente, diciendo: "¿Aún queréis este billete?". Todos los alumnos respondieron que sí.

Entonces la profesora les dijo: 
"Espero que de aquí aprendáis una lección importante hoy. Aunque he arrugado el billete, lo he pisado y tirado al suelo... todos habéis querido tener el billete porque su valor no había cambiado, seguían siendo 20 euros. 

Muchas veces en la vida te ofenden, hay personas que te rechazan y los acontecimientos te sacuden, dejándote hecho una bola o tirado en el suelo. Sientes que no vales nada, pero recuerda, tu valor no cambiará NUNCA para la gente que realmente te quiere. Incluso en los días en los que sientas que estás en tu peor momento, tu valor sigue siendo el mismo, por muy arrugado que estés".

domingo, 17 de enero de 2016

Los monstruos del suponer.



Existen varias razones por las que las personas suponemos en vez de vivir de manera consciente nuestra realidad. La primera de ellas es la excitación que produce para nuestra mente el imaginar la cantidad de cosas que pueden suceder a raíz de otras.
Promueve a su vez una serie de proyecciones que nos hacen vivir en el presente situaciones que aún no han sucedido, y que muy probablemente, ni siquiera lleguen jamás.

Estas suposiciones vienen acompañadas de todas las “sensaciones” y emociones que producen los pensamientos que causa pre-vivirlas. Y van de la mano a su vez del estrés y los nervios que causa suponer cosas que aún no han acontecido… Un maravilloso círculo que se alimenta en nuestra mente y nos eleva fuera del presente, del ahora.
El mayor problema que nos trae suponer es que, cuando lo hacemos, creemos que lo que suponemos es cierto. Damos por hecho que todo lo que imaginamos sucederá. Y por supuesto, la mayoría de nuestras suposiciones son negativas, casi catastrofístas.
Ocupamos un tiempo suponiendo decenas de situaciones o circunstancias que pueden darse, todas con una enorme carga negativa. ¿Y cuando no sucede nada de lo que habíamos pensado? No dedicamos ni un minuto a decirnos a nosotros mismos lo “inútil” que ha sido el tiempo que hemos mal gastado ni a pedirnos perdón por todas las emociones tóxicas que hemos regalado de manera gratuita a nuestro interior.
Y es que, hacemos todo tipo de suposiciones por que nos falta valor para preguntar. ¿Qué sucedería si en el momento en el que comenzamos la nociva aventura de suponer, en ese mismo instante, preguntáramos? Entonces, obtendríamos una respuesta que cerraría cualquier opción a la imaginación de situaciones que nunca sucederán.
El cerebro necesita respuestas, explicaciones. No puede vivir en la incerteza. Y por eso lo alimentamos de explicaciones que nos inventamos, y que se formulan a partir de nuestros miedos, inseguridades, bloqueos y necesidades.
Lo mejor para no suponer es preguntar, no dejar lugar a la suposición. Y sobre todo, vivir fuera de las limitaciones, y en la calma y la tranquilidad de que suceda lo que suceda, construirá un futuro mejor en nuestras vidas.
Para las Personas Altamente Sensibles, suponer es algo que sucede de manera constante. Es verdad que para el resto de las personas que tienen una menor sensibilidad, es probable que no lleguen a suponer tantas situaciones, o que ni siquiera se preocupen de que pasará.
Para estas personas la maleta de emociones que trae consigo el suponer, puede llevarles a situaciones de estrés y nerviosismo por una simple suposición, que más tarde nunca se dará.
Puede ser que no nos demos cuenta y nos encontremos en suposiciones constantes, sin vivir el presente de una manera consciente. Es algo bastante común en las personas altamente sensibles. Les abruman las emociones y las situaciones que se dan a su alrededor, y muchas veces viven muy deprisa sin percatarse de que lo importante es el ahora, el presente.
¿Entonces que hacer? Tranquilos. Simplemente  comenzar a tomar conciencia de vuestra alta sensibilidad, y con ello ir declarando vuestro ritmo. A su vez, tenéis que ser conscientes de que el 99% de las cosas que imaginas que sucederán, nunca lo harán. ¿Para que gastar mi vida viviendo algo que nunca ocurrirá?
No proyectéis en lo negativo. Preguntad en lugar de suponer, y sobre todo, vivir el presente de vuestra vida, y disfrutad de vuestra sensibilidad.
(Fuente: Terapia y emociones)

sábado, 9 de enero de 2016

Libro: Biografía del silencio. Pablo d´ Ors.

 Es uno de los mejores libros sobre la Meditación que he leído. Sobre meditación y mucho mas. Narra la experiencia personal con esta práctica y profundiza en su eficacia a la hora de transformarnos. La herramienta "secreta" que devuelve al hombre a su lugar. Una de esas obras que se puede recomendar a los amigos, con la seguridad de que puede ser de una valiosa ayuda para afrontar la vida. Como a los que leéis este blog os considero mis amigos, me vais a permitir que insista en que si podéis lo leáis. Es un librito ( 116 paginas) para saborear despacio. Es muy sencillo, pero su lectura es de por sí una meditación.

Aquí tenéis un fragmento: http://www.siruela.com/archivos/fragmentos/BiografiaSilencio.pdf

Pablo D´Ors es sacerdote católico, escritor y, por expresa designación del Papa Francisco, Consejero Cultural del Vaticano. En 2014 fundó la asociación de Amigos del desierto, cuyo próposito es difundir la práctica de la meditación. Ha sido "perseguido " por el sector mas tradicional de la iglesia católica. Tiene una interesante bibliografía, que podéis consultar en Internet así como videos de sus entrevistas y conferencias.


SINOPSIS: Basta un año de meditación perseverante, o incluso medio, para percatarse de que se puede vivir de otra forma. La meditación nos con-centra, nos devuelve a casa, nos enseña a convivir con nuestro ser, agrieta la estructura de nuestra personalidad hasta que, de tanto meditar, la grieta se ensancha y la vieja personalidad se rompe y, como una flor, comienza a nacer una nueva. Meditar es asistir a este fascinante y tremendo proceso de muerte y renacimiento.