domingo, 9 de agosto de 2015

Como gestionar la ira.


Aprender a gestionar la ira no es sencillo, mucho menos saber utilizarla a nuestro favor para alcanzar nuestros objetivos. Cuando nos enfadamos se produce un secuestro emocional en toda regla. La amígdala toma el control y dejamos de pensar, las emociones negativas afloran y decimos o hacemos cosas de las que después nos arrepentimos. Ambrose Bierce, un escritor norteamericano no pudo expresarlo mejor: “Habla sin controlar la ira y obtendrás el mejor discurso del que podrás arrepentirte”.

Por Internet circula una antigua leyenda amerinda que hace referencia de manera alegórica a cómo gestionar la ira. La versión más difundida es esta:


Un viejo indio dijo a su nieto: "Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador. El otro está lleno de amor y compasión." 
El nieto preguntó: "Abuelo, dime ¿cuál de los dos ganará la pelea en tu corazón?" 
El abuelo contestó: "Aquel que yo alimente".

En realidad es prácticamente imposible eliminar la ira de nuestro interior. Por ejemplo, a veces las injusticias nos enfadan, a veces somos tan empáticos con el dolor ajeno que sentimos rabia hacia los que inflingen dolor a otros. Es algo perfectamente comprensible. Sin embargo, durante muchos años la sociedad nos ha obligado a reprimir las emociones negativas y a avergonzarnos de ellas pero en realidad nuestro objetivo no debe ser eliminar la ira o reprimirla sino aprender a  expresarla de manera más asertiva, reconducir su energía de manera positiva.

Voy a permitirme ampliar la leyenda a fin de reflexionar sobre las formas de gestionar esta emoción tan habitual.

La leyenda de los dos lobos 

Un día un anciano Cherokee pensó que había llegado el momento de transmitirle una gran enseñanza de vida a su nieto. Le pidió que le acompañara al bosque y, sentados debajo de un gran árbol le dijo : ¿Recuerdas que cuando eras mas pequeño te dije que estaban luchando dos lobos en mi corazón ?.Hoy quiero que conozcas como esta lucha tiene lugar en el corazón de cada persona.

Querido nieto, debes saber que en la mente y en el corazón de cada ser humano existe lucha constante en forma de impulsos. Si no eres consciente de ello, tarde o temprano te asustarás y quedarás a merced de las circunstancias. Esta batalla existe incluso en el corazón de una persona anciana y sabia como yo."

"Es como si en mi corazón habitaran dos lobos , uno es , gentil y amoroso, reflexivo, le gusta la armonía y la paz. El otro, al contrario, es violento, impulsivo e incluso temerario, no mide las consecuencias de sus acciones. El más mínimo contratiempo desata su ira está dispuesto siempre para la pelea . Ambos luchan constantemente."

El nieto volvió a preguntar al abuelo: “Al final, ¿cuál de los dos lobos gana la batalla?

El anciano le respondió: “Ninguno, los he amaestrado para que ambos colaboren, trabajen para mi; porque si yo alimentase solo al lobo gentil, el lobo impulsivo se escondería en la oscuridad y apenas me distrajera un poco, atacaría al otro. Al contrario, si le presto atención, le conozco, e intento comprender su naturaleza, puedo utilizar su fuerza cuando la necesite. Así, ambos lobos pueden convivir con  armonía”. 

El nieto estaba confundido: “¿Cómo es posible que no gane ninguno?

El anciano indio sonrió y le explicó: “El lobo mas violento, no es malo, sinó tiene muchas cualidades que podemos necesitar en ciertas situaciones, es valiente y determinado, también es astuto y sus sentidos están muy aguzados. Sus ojos acostumbrados a las tinieblas pueden alertarnos del peligro y salvarnos de una situación comprometida en cualquier momento, a nosotros mismos o a los que nos rodean."

Si le doy de comer a ambos, y refuerzo la parte positiva de cada uno, no tendrán que luchar encarnizadamente entre sí para conquistar mi mente y así yo podré elegir a qué lobo recurrir en cada ocasión”.

¿Cómo controlar la ira en la vida cotidiana?

Esta antigua leyenda nos deja una enseñanza muy valiosa: la rabia reprimida es como un lobo hambriento, muy peligrosa. Si no sabemos gestionarla, en cualquier momento puede tomar el control. Por eso, no debemos esforzarnos por esconder o reprimir los sentimientos negativos sino que debemos aprender a observarlos, comprenderlos y reencauzarlos. ¿Cómo hacerlo?

1. Observa cómo fluye la ira. Cuando colocas un dedo sobre la salida de agua de un grifo, obtienes un chorro más potente que puedes dirigir a tu antojo pero si haces demasiada presión u obstaculizas mucho la boca del grifo, el agua se expandirá en todas las direcciones, fuera de control. Lo mismo sucede con la rabia cuando intentas reprimirla o esconderla, llegará un punto en el que no podrás controlar sus consecuencias. ¿Cuál es la solución? Quita el dedo del grifo, deja que la ira fluya en tu mentey obsérvala. Al darte cuenta de que tu no eres, ni tus pensamientos ni tus emociones, al tener conciencia plena de lo que está sucediendo, recobras tu capacidad de decidir sobre tus acciones y pensamientos. Es útil nombrar la emoción tres veces " Ira, ira, ira ".

2. Pon la situación en perspectiva. La ira tiene el poder para trastocar la importancia de las cosas, cuando nos enojamos hechos nimios se magnifican ante nuestros ojos y nos enfadamos aún más. Cuando sentimos ira perdemos la perspectiva y nos convertimos en personas más egoístas, lo cual afecta profundamente a quienes están a nuestro alrededor. Por eso, la próxima vez que te enfurezcas, pregúntate: lo que me está haciendo enfadar, ¿será importante dentro de 2 años, o quizás en unos días, o dentro de un rato? Se trata de una pregunta muy sencilla que te ayudará a reencuadrar la situación y adoptar una perspectiva más racional y objetiva.

3. Si la ira es recurrente averigua su origen  úsala a tu favor. Escribir tiene un poder terapeútico por lo que puedes aprovecharlo para aprender a comprender las emociones. Toma papel y lápiz y responde a estas  preguntas: 1. ¿Qué o quién te está haciendo enfadar?2. ¿Por qué esa persona/situación te pone nervioso? ¿ Estará diciendo algo de tí mismo ? y por último, 3. ¿Puedo observar cuales son las sensaciones que en esos momentos se producen en mi cuerpo y en que parte?  
En el momento que somos conscientes de lo que nos está agitando cuando nos enfrentamos a una situación hostil y decidimos seguir tranquilos para comprender la situación en lugar de reaccionar con ira incontrolada tenemos mas posibilidades de gestionar bien la situación.
La meditación es un entrenamiento extremadamente eficaz para gestionar la ira y otras emociones. No seremos inmunes, pero pronto observaremos como no solo somos menos propensos a caer en estas situaciones, por que desarrollamos una habilidad especial para anticiparnos a ellas, sinó que si lo hacemos retornaremos mas rápidamente a una situación de calma.
Recuerda que la ira también podemos estar dirigiéndola hacia nosotros mismos. La manera de afrontarla será la misma.

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