
1. Actitud abierta:
Para evitar el sufrimiento creado por el fanatismo y la intolerancia. Ninguna doctrina, ni siquiera el budismo, merece que se luche, se mate o se muera por ella.
2. Abandono de la rigidez en las opiniones
Para evitar la estrechez de miras y adoptar una actitud abierta ante las ideas y experiencias de los demás. Ser conscientes de que el conocimiento que tenemos en el presente no constituye una verdad inalterable.
3. Libertad de pensamiento.
Evitar imponer nuestras ideas a los demás y respetar su derecho a ser diferentes y a escoger sus creencias y decisiones. Ayudarles a que no adopten actitudes fanáticas o limitadas a través del diálogo.
4. Conciencia del sufrimiento
Para poder desarrollar una actitud compasiva, evitando cerrar los ojos ante el sufrimiento y ayudar a los que padecen a superarlo.
5. Vida sencilla y sana.
Al ser conscientes de que la verdadera felicidad se consigue a través de la paz, libertad y compasión y no por medio de la riqueza, fama o poder, es posible comprometerse para vivir de forma sencilla, compartiendo nuestro tiempo, energía y recursos con aquellos que lo necesitan.
6. Control de la ira.
Ésta bloquea la comunicación y genera sufrimiento, por lo que cuando seamos conscientes de que vamos a reaccionar con ira debemos no hacer nada y practicar la respiración asociada a la atención plena y reconocer y mirar profundamente y analizar las causas que generan esta emoción. De esta forma lograremos mirar con ojos compasivos a las personas que pensamos que son el origen de nuestra ira.
7. Vivir plenamente el presente.
Evitar dispersarnos o dejarnos llevar por remordimientos y recuerdos del pasado. Practicar la respiración asociada a la atención plena para volver al presente y mirar hacia nuestro interior y a nuestro alrededor plantando semillas de paz, alegría, amor y entendimiento.
8. Comunidad y comunicación.
Al ser conscientes de que la falta de comunicación siempre trae consigo separación y sufrimiento nos tenemos que entrenar en la práctica de la escucha compasiva y cariñosa. Debemos aprender a escuchar de forma activa sin juzgar y evitar hacer comentarios que puedan ocasionar discordia, centrando nuestros esfuerzos en mantener la comunicación abierta e intentar resolver todos los conflictos que puedan surgir aunque sean pequeños.
9. Utilización de lenguaje sincero y cariñoso.
Las palabras pueden originar sufrimiento o felicidad por lo que tenemos el compromiso de aprender a hablar de forma constructiva y sincera, utilizando sólo palabras que inspiren esperanza y confianza y no división u odio. No debemos difundir informaciones que no tengamos la certeza de que son ciertas. Defenderemos las causas justas aunque impliquen un riesgo.
10. Vida honesta e íntegra.
Vivir respetando el medioambiente, realizando un consumo responsable que no incluya a compañías que no respeten a las personas y al medioambiente.
11. Respeto por toda forma de vida.
Cultivar la no- violencia y fomentando la educación en valores que fomenten la paz y la reconciliación.
12. No utilización de la comunidad espiritual budista
Para fines personales o transformarla en un instrumento político. Fomentar que desde la comunidad se adopten actitudes de lucha contra las injusticias.
13. Generosidad
Que implica aprender formas de trabajar para lograr el bienestar de las personas, animales, plantas y minerales y compartir nuestro tiempo y recursos con aquellos que lo necesiten. Significa, también, no robar y no intentar poseer nada que pertenezca a otros, respetando las propiedades de los demás e intentando prevenir que otros se aprovechen del sufrimiento ajeno.
14. Conducta adecuada.
Respetando los derechos de los demás y los compromisos que adquirimos con ellos.
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