
Se dice que acudían a su casa gentes de todos los lugares y condiciones. Iban con el cuerpo enjuto y el rostro marcado de profundas arrugas, sumidos en pensamientos recurrentes que no les llevaban a parte alguna; regresaban sonrientes y relajados, algunos incluso cantando y bailando.
A los que allí llegaban, les hacia prometer que no revelarían jamás su secreto. Pero tarde o temprano todo es descubierto.
Primero oía atentamente las circunstancias que hacían que su cliente tuviera que tomar tan difícil decisión eligiendo entre dos posibles caminos, reconocía lo complejo de tomarlas y alababa lo valiente que era por buscar su ayuda. Tras una breve pausa le acompañaba hasta un viejo roble. Le pedía que se sentarse bajo su sombra y meditara poniendo la atención en sentir la propia respiración natural .
Si los pensamientos en torno a tu decisión o cualquier otros te distraen, les decía, simplemente obsérvalos, amablemente déjalos marchar y vuelve a la tarea que te he encomendado de observar la respiración.
Pasado un buen rato, cuando el sabio anciano se acordaba, volvía a ver a su visitante. Solía encontrarle algo entumecido. ¿ Has elegido ya el camino que vas a tomar ? Le preguntaba.
A lo que respondían que ni de lejos, que estaban lo mismo o mas liados. Bien pues entonces no hay mas remedio que hacerlo con una moneda, a cara o cruz. Sorprendido el cliente comenzaba a pensar: ¡ Para esto he venido hasta aquí ! ¿ Donde está la fama de este sabio?.
Sin darles tiempo a pensar mas les decía: " Saca de tu bolsillo la moneda de mas valor que tengas". " Piensa que vas a decidir si sale cara o si sale cruz" pero hazlo con cuidado por que la decisión debe ser un verdadero compromiso. " Tira la moneda bien alto " cuando esta caía y el sujeto veía con claridad que había salido, el Anciano le decía: " Detente un momento. ¿ Qué emoción sientes por el resultado ? Ahora ya sabes que decisión tomar, por que has podido oír a tu corazón cuando por un momento tu mente ha hecho un breve silencio.
Tras la marcha, el anciano recogía la olvidada moneda y la depositaba en un gran tonel. Cuando estuviera lleno cogería una moneda y la tiraría bien alto, por que dudaba si gastárselo todo en un gran viaje a occidente o comprar una bonita mansión.
Lipe
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