Con un PhD en psiquiatría y psicología y treinta años de experiencia en la práctica y enseñanza de yoga y meditación alrededor del mundo, el doctor Stephen Parker está en Guayaquil para compartir sus conocimientos sobre neurobiología del yoga y los efectos de la meditación en el organismo.
Parker es catedrático en la facultad de psiquiatría en la Universidad de Minneapolis, Estados Unidos, y estudió sánscrito en la Universidad de Minnesota. Además, es miembro de la Asociación Internacional de Terapeutas de Yoga, entre otros grupos internacionales relacionados a esta práctica milenaria.
Llegó a la ciudad como invitado al evento Sadhana Yoga Conference, que inició el viernes 12 de agosto en el Centro de Convenciones, y aceptó una entrevista con EL UNIVERSO.
¿Cuál es la relación entre la práctica del yoga y el funcionamiento del sistema nervioso central?
Primordialmente el yoga opera a través del sistema nervioso central. Una de las formas más importantes en que lo hace es a través de mantener la atención en el presente, momento a momento. Mantener la atención opera físicamente en el lóbulo frontal de la corteza cerebral, que es la parte del cerebro que organiza al resto del sistema nervioso central.
¿Cómo se transmite este conocimiento a personas, incluso a profesionales de la medicina, que pueden desconfiar de los beneficios del yoga?
Lo hacemos a través de la ciencia médica, porque es lo que normalmente el público conoce y en lo que confía. Hay estudios científicos que demuestran los efectos positivos de la práctica. Yo he ejercido como psicoterapeuta por 30 años y con la gente que está abierta a la metodología y lenguaje del yoga, le hablo en ese lenguaje; y para quienes no sean receptivos a ese lenguaje, uso términos de la ciencia.
En sus treinta años como psicoterapeuta, ¿qué similitudes encuentra entre los tratamientos que recomienda la psicología y el yoga?
Una de las formas más simples y a la vez más importantes en un tratamiento psicoterapéutico es observar la respiración. En el momento en que uno empieza a observar la respiración, la persona empieza a ser más consciente de su estado físico, de lo que está sucediendo en su mente, y el estar más consciente de todas estas cosas uno puede, por ejemplo, notar cuando una emoción está surgiendo. Cuando uno puede reconocer qué emoción está surgiendo, se empieza a tener una cierta distancia, un espacio de tiempo. Esto nos permite mirar la emoción y decidir, con mucha mejor sabiduría, cómo vamos a actuar. En vez de reaccionar instintivamente, podemos decidir qué acción vamos a tomar frente a esa emoción.
¿Cuál es su opinión sobre el consumo de medicamentos químicos como tratamiento para desórdenes del sistema nervioso, la depresión u otras condiciones relacionadas?
Las medicinas que se utilizan para tratar la depresión ayudan a aumentar la cantidad de químicos que naturalmente ya existen en el cerebro, esas medicinas ayudan a conectar las neuronas, algo que normalmente el cerebro es capaz de hacer sin ningún medicamento. Al inicio, las medicinas ayudan mucho a las personas; sin embargo, el cerebro funciona básicamente con retroalimentación constante. Uno de los problemas con las medicinas para la depresión es que se el cerebro nota una abundancia de un neurotransmisor y decide dejar de producirlo naturalmente. Tarde o temprano, esa medicina no funciona más. Entonces, a corto plazo las medicinas pueden servir, pero a largo plazo las personas deben encontrar alternativas naturales para incrementar la cantidad de neurotransmisores, y una de las mejores formas para eso es hacer ejercicio aeróbico. La experiencia subjetiva entre tomar medicamentos y hacer ejercicios aeróbicos es prácticamente igual. En cuanto a la ansiedad, se ha comprobado que el yoga tiene efectos positivos. Considero que algunas personas, probablemente, sí necesiten medicamentos, pero la mayoría de las personas podría al menos reducir la cantidad de medicinas utilizando métodos de meditación.
¿Las personas con enfermedades psiquiátricas como bipolaridad o esquizofrenia también podrían encontrar beneficios en la meditación y el yoga?
Las personas con este tipo de desórdenes mentales también sufren de ansiedad y depresión, así que la meditación y el yoga producen el mismo efecto antes mencionado. Eso sí, deben ser prácticas específicas, porque sino podrían traer efectos no deseados. Por ejemplo, a una persona con esquizofrenia se le recomienda meditar usando un mantra (una frase que se repite una y otra vez) o la concentración en un objeto externo, así la ayudamos a conectarse con la realidad y a vivir más en el presente.
Estamos rodeados de muchas distracciones y algunos especialistas hablan de una época de "neurosis colectivas". En su opinión, ¿cuál es la enfermedad mental o emocional que más nos está afectando?
El miedo es la enfermedad que más nos está afectando. Uno de los problemas es que donde uno puede estimular el miedo, uno también puede ganar mucho poder político. Como dijo Roosevelt antes de la segunda guerra mundial: "No hay nada que temer sino al miedo mismo". En ese momento Estados Unidos estaba enfrentando una guerra y una gran calamidad, pero parece que el país ha olvidado todo esto.
No menciono su nombre, pero tenemos un político que está ganando un montón de popularidad estimulando a la gente a través del miedo. Eso es lo que hace ISIS en el mundo y es lo que hacen muchos políticos, motivar por el miedo.
Las vicisitudes vienen para todos. La primera palabra que el Buda dijo cuando salió de su estado de profunda meditación fue una que significa "sufrimiento". Todos tenemos sufrimiento con el cual lidiar en la vida y no nos ayuda en lo absoluto tener miedo a esto, lo hace peor.
Existe un dicho: "El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional". La gente elige sufrir a través del miedo, y cuando se hace eso se corre el riesgo de ser manipulado. Ese es el problema de este tiempo.
Antes de encontrar las prácticas del yoga y la meditación, ¿a qué le temía y cómo dio el primer paso para superar ese miedo?
Yo tenía muchos miedos, tenía 19 años. Pensaba: ¿qué voy a hacer con mi vida? Era la época de Vietnam y habían muchísimas dificultades políticas en mi país, no sabía a qué profesión debía dedicarme. De hecho, mi mente estaba bastante enredada. Tuve un primer acercamiento al yoga a esa edad, pero luego seguí haciendo otras cosas. A los 28 años me di cuenta de que estaba harto de tener miedo, me pregunté a mí mismo: ¿Qué puedo hacer que sea realmente útil?
Me gustaba mucho hacer caminatas por la naturaleza, pero siempre le tenía miedo a la altura. Entonces me dije: Si puedo escalar una montaña eso sería algo realmente importante. Entonces me convertí en un montañista para conquistar mi miedo.
Escalé por toda la parte occidental de Estados Unidos y después fui a Perú, a la Cordillera Blanca. Un día, cuando ya había subido unos 500 metros y veía un gran abismo me di cuenta de que el miedo era un buen amigo, porque me ayudaba a poner los pies en el lugar apropiado. Entonces cambió mi relación con el miedo. Pero una vez estaba en el campamento base y la gente llegaba a contar sus 'historias de guerra', sus experiencias como montañistas, y eso me asustó bastante. Sentí un miedo tan grande que estuve toda la noche metido en la bolsa de dormir, me dio diarrea, era todo nervios.
A la mañana siguiente me dije: Quizá me puedo quedar aquí en el campamento base, quizá puedo escalar solo un poco, por los alrededores y después regresar aquí. Pero la parte más paternal dentro de mí me recriminó: ¿Estás bromeando? Estuviste ahorrando tantos años para poder venir y ahora te vas quedar en el campamento base? ¡Empaca y sube!
Entonces tomé mi maleta y como un niño regañado emprendí el camino. Mientras subía, veía el pico más alto, que se llama Huascarán, y estaba cautivado por la belleza de ese momento y tuve un mensaje sin palabras que venía desde adentro que decía: Yo estoy siempre contigo. Era la voz de mi gurú. Yo había sido iniciado en el yoga hace muchos años, cuando tenía 19, pero yo me había concentrado en hacer otras cosas y no estaba practicando; sin embargo, el lazo de iniciación en el yoga nunca se va, inclusive de vida a vida. Desde el momento en que escuché esa voz, todo el miedo se disolvió y todo se convirtió en una aventura maravillosa. Más tarde escalé a la cima de una montaña y una de las seguridades de la bota se había desatado. Si yo perdía ese agarre, moría. Pero yo no sentí miedo. Lo vi y me di cuenta que tenía que arreglarlo, eso era todo. Lo arreglé y así seguí. El resto del viaje fue fantástico.
No conquisté al miedo, simplemente cambié mi relación con él. La buena parte del miedo es que es un sistema de alarma que me mantiene vivo, pero eso puede volverse excesivo y esa parte excesiva del miedo es lo que se convierte en un obstáculo y con la que mucha gente tiene dificultades viviendo. Tenemos que encontrar esa parte dentro de nosotros que pueda mantener el miedo en balance.
Está bien cuando uno tiene al miedo y este lo ayuda a protegerse. El problema es cuando el miedo lo tiene a uno. En ese momento nos volvemos vulnerables a las cosas que pasan a nuestro alrededor.
Quien no tiene una conexión con un gurú, ¿qué práctica lo puede ayudar a conquistar el miedo?
La práctica que tu corazón esté pidiendo. La gente a veces pone mucha energía en encontrar a un gurú, pero él es quien te encuentra en el momento adecuado, cuando estás listo. Lo importante entonces es estar listo. Practicar de la mejor forma que se pueda. La práctica de estar atento al momento presente es muy efectiva y se puede realizar en cualquier momento, como cuando estás arreglando el jardín. El reino está alrededor tuyo y no lo ves. Cuando le preguntaban a Buda si él era un dios o era un gurú, él decía: No, yo solo estoy despierto.
Algunas personas pueden pensar que para seguir el camino del yoga y la meditación se necesita abandonar a tener una profesión o un trabajo, por ejemplo, o ir a una cueva en los Himalayas... ¿Qué piensa sobre eso?
La cueva se estira desde la cabeza hasta los pies. No necesitas ir a ningún lado. Mi cueva de meditación es en aeropuertos internacionales, el 60% de mi meditación la he hecho en los aviones y aeropuertos.
La meditación tiene efectos cognitivos como mejorar la memoria y la destreza metal, pero también ciertos ejercicios mentales (de lógica, matemáticas, etcétera) se promueven con el mismo objetivo. ¿Cuál es la diferencia?
A pesar de que es cierto que la meditación trae todos estos efectos cognitivos, lo más importante es que la meditación te ayuda a amar mejor, que al final es lo único que importa, es el sentido de la vida.
A menudo la gente le preguntaba a mi maestro si estaban avanzando en su meditación. La gente básicamente medía cuánto podía aguantar meditando o cuánto podía aguantar la respiración, cuánto tiempo podía estar concentrado, etcétera, pero todas esas cosas tienen que ver con un poder sutil, y el poder no tiene ningún tipo de lugar en la vida espiritual.
Cuando la gente le preguntaba si estaba teniendo progresos en la meditación, mi maestro le contestaba: Pregúntale a tu esposa. Si quería hacer una broma, pero con sentido también, entonces le decía: Pregúntale a tu suegra.
¿Cuáles son los verdaderos logros de la meditación?
Ser más amoroso, más amigable; tener más compasión; sentir felicidad, gozo; no prestar atención a los defectos del otro, no ser reactivos. Si estas cualidades están creciendo en ti, entonces estás teniendo progresos. (I)
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