Práctícalo siempre cuando vengas de dar un paseo y verás como en un par de minutos recuperas y relajas tu espalda. Es una forma de integrar una rutina de Yoga a tu vida diaria.
1.-Colócate con las rodillas separadas, los dedos gordos de los pies juntos y te sientas sobre los talones.
2.-Estiras los brazos por encima de la cabeza, flexionas el tronco hacia delante y presionas con las manos hacia atrás para mantener pegados los glúteos a los talones.
3.-Estírate desde las caderas hacia las axilas y desde estas a las puntas de los dedos. Los hombros lejos de las orejas, Extiende los hombros hacia fuera manteniendo el húmero conectado con la escápula, y relajando la parte posterior del cuello se alarga y la frente descansa sobre el suelo.
4.-Empuja la pelvis hacia adelante y las costillas se colocan en la parte interna de los muslos.
Tiempo:
de 30 segundos a 2 minutos.
Beneficios:Estira y flexibiliza la columna vertebral, los hombros y brazos.
Descansa el cuello y la espalda y alivia el dolor en estas zonas.
Masajea órganos internos del abdomen, riñones y glándulas adrenales.
Aumenta la circulación sanguínea a la cabeza y reduce el dolor.
Calma el cerebro y alivia el estrés y la fatiga.
Ayuda a equilibrar y armonizar la energía.
Alivia, relaja y rejuvenece el cuerpo en general.
Comentario:
Es idónea para descansar tu cuerpo, entre asanas.
Contraindicaciones:
No realizar esta asana si se tienen las siguientes lesiones o dolencias;
Diarrea
Embarazo
Lesión de cuello: evitar esta postura
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